Hace unos cuantos martes por ciertas circunstancias me encontré en la primera fila de una capillita esperando el comienzo de la celebración de una misa. Entró el cura, estaba a unos 4 metros de mí y casi al mismo nivel (diferencia de un escalón de unos 15 cm a favor del cura). Como información, deciros que el escritor de este post a día de hoy, no pertenece a ninguna religión, ni reza a ningún dios. Por lo que en los momentos en los que hay que santiguarse y hacer la triple cruz cuando se reza el evangelio según San Mateo, permanecí con mis pulgares en los bolsillos mientras todos los demás (unas 70 personas) realizaban los símbolos correspondientes, desentonando totalmente ante el cura.
Era la primera vez que me encontraba tan solo. Hasta ahora siempre que he ido a la iglesia, ha sido a funerales, bodas o a mirar la arquitectura de ciertas iglesias. A sí que en la celebración de la misa normalmente estaba por la mitad de la iglesia tapado por gente y acompañado por personas con una convicción similar a la mía. Lo único que hago para seguir la misa es levantarme y sentarme con la gente, y también realizó el gesto de dar la mano (algo que me gusta, y considero un bonito gesto).
También hay otras cosas que me gustan de la misa, hay sermones y lecturas que considero interesantes. Creo que depende con que cura te encuentres puede realizar unos sermones interesantes, y que te hacen pensar. Otras veces en cambio me parecen un bulo o simple propaganda.
Aunque admito que la iglesia tiene cosas buenas por lo general debo decir que no nos llevamos muy bien. No me gustan muchas normas ni dogmas que esta tiene. Aunque como todo yo respeto toda creencia y forma de pensar.
En cuanto a Dios, hay momentos en los que simplemente me da igual su existencia o no.
Eso sí, como ya he dicho respeto toda creencia, y siempre me he comportado adecuadamente en una iglesia.
Mi rollo, mi historia y mi movida
No hay comentarios:
Publicar un comentario